Nuestros métodos.
Aquí es cuando tenemos que contar que trabajamos en positivo y con amor, aunque hoy en día no debería ser necesario por que se supone que debería de ser siempre así, pero en la realidad no es así en todos los casos, por que hay personas que llaman trabajar en positivo a darle toques en el costado o en el hocico al perro, ponerle una correa de estrangulamiento al cuello y levantarlo en el aire, o darle descargas eléctricas «por el bien del perro».
Así que vamos a hacerlo al revés, primero vamos a dejar claro cómo no trabajamos.
Lo que no hacemos.
– No usamos collares eléctricos.
– No utilizamos correas de estrangulamiento, ni mucho menos cordinos.
– Ni siquiera utilizamos collares, el cuello del perro es una zona delicada que no debe soportar ninguna presión ni ahogo. Un perro debe llevar arnés, una simple correa al cuello ya es dolor, y un estrangulamiento es maltrato severo y deja lesiones.
– No le metemos miedo a ningún perro de ninguna forma, al revés, los perros confían en nosotros nada más vernos.
– No nos imponemos a un perro, eso es meterle miedo.
– Nunca aplicamos ningún tipo de corrección ni castigo, no necesitamos hacerlo.
– No nos basamos en la obediencia para parchear problemas de conducta.
No existente ningún tipo de justificación para hacer nada de lo anterior, el fin no justifica los medios, por que hay otros medios, y además ese tipo de enfoques suele terminar con otros problemas más graves que el que se pretendía inhibir.
Pensar usando el concepto de la dominancia es el fracaso de cualquier relación y el origen de muchos problemas.
El obsoleto concepto de la dominancia, es más de lo mismo que lo anterior, esa antigua y equivocada teoría, junto con algunos programas de televisión, han causado muchos problemas a los perros.
Cuando un perro tiene miedo y estrés, lo último que necesita es que le den toques en el costado, correazos en el cuello o que le vuelquen contra el suelo. En vez de calificarlo como dominante y empeorar la situación, se le podría ayudar tratando de entender por qué tiene miedo y estrés y ayudándole a superarlos.
Meter la mano en la comida de un perro lo único que hace es molestarle y debilitar su relación con el humano. ¿A algún humano le gustaría que metieran la mano en su comida?
¿En serio aún hay gente que piensa que tiene que estar por encima de su perro para que se acostumbre a obedecer y no cause problemas?
Lo que sí hacemos.
Trabajamos desde la base de la comunicación humano-perro, con la más absoluta amabilidad y empatía hacia los perros, cambiamos la relación entre ellos y sus compañeros humanos, enseñando a los humanos a entender a sus perros, a conocer sus necesidades, y a gestionar su vida de forma favorable, comprendiendo las causas de los problemas que puedan tener.
Primero ponemos la vida del perro en orden, y entonces, si queda algún pequeño problema de comportamiento lo tratamos de forma específica, desde la causa que lo originó, siempre con técnicas amables y adecuadas para enseñarle a gestionar cada vez mejor sus miedos y enseñamos a sus compañeros humanos a ayudarles a superarlos.
Podemos trabajar de forma amable con todo tipo de perros, por grandes o problemáticos que puedan parecer, por la sencilla razón de que nunca nos peleamos con el perro, no necesitamos someterlo, ni obligarle a nada, simplemente dialogamos con él, le transmitimos confianza y seguridad, y entonces todo funciona, por que lo que un perro hace por que quiere hacerlo es mucho más fácil y sólido que lo que hace por que se le ha obligado a hacerlo.
Y entonces surge la magia, cuando un perro entiende que un humano le está ayudando, las cosas cambian por completo, por que es muy difícil que un perro piense que se le está ayudando si está recibiendo descargas eléctricas, o es ahorcado levantado en peso en el aire, o es obligado a permanecer inmóvil retenido frente a algo que le está causando pánico.
Por eso trabajamos con efectividad cualquier tipo de problema de conducta, por grave o difícil que pueda parecer, ya sean miedos o conductas agresivas extremas, todo tiene solución si se enfoca desde un planteamiento adecuado, amable, global, específico para cada caso y trabajando sobre el origen del problema, no sobre la conducta derivada.
Defendemos una educación canina completamente amable con el perro,
pero amable de verdad.
Puedes hacer 2 cosas:
Dile a tu perro continuamente lo que tiene que hacer, haz que camine siempre pegado a ti, corrígele cuando haga algo que no te guste, y tendrás un perro miedoso, inseguro, dependiente, estresado y con problemas de comportamiento.
O bien:
Transmite seguridad a tu perro, relaja la correa, relájate tú, empieza a dejarle ser un perro, y tendrás vínculo y un perro sin problemas. Si además de eso le dejas tomar decisiones y gestionar las situaciones difíciles por sí mismo, ayudándole sólo cuando se vea superado, entonces tendrás un super perro.